sábado, 14 de marzo de 2015

Sólo la muerte

el corazón pasando un túnel
oscuro, oscuro, oscuro
Pablo Neruda


Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
 Miguel Hernández



La muerte es nuestra única herencia. Todo lo llena, todo lo comanda "vestida de almirante" (Neruda). Encogidos, cada día oímos el zumbido de la hoz que pasó cerca y suspiramos con el alivio de a quien hoy no le tocó. Pero la muerte hinca sus uñas en las carnes de otros, tiene a nuestro país agarrado por el cuello. Todos los días la muerte mira a alguien directo a los ojos en Venezuela. Mientras tanto, muchos vuelven el rostro, y hablan de esperanza y de batallas aún no perdidas. Hemos perdido la guerra contra la oscuridad. Han muerto niños, abuelos. Nunca seremos los mismos. No es la bandera la que ha cambiado. El país donde nacimos ya no existe y jamás volverá. Y ¿qué saldrá de esta tierra empapada en sangre? ¿Más palabras vacías, interminables, o palabras como balas que atraviesan cabezas? ¿O más cabezas que voltean en otra dirección ante la desgracia que creen ajena? Porque si crees que no es contigo, que a ti no te va a pasar, espera. 

"Me llamarán, nos llamarán a todos. 
Tú, y tú, y yo, nos turnaremos, 
en tornos de cristal, ante la muerte. 
Y te expondrán, nos expondremos todos 
a ser trizados ¡zas! por una bala. 

Bien lo sabéis. Vendrán 
por ti, por ti, por mí, por todos. 
Y también 
por ti."
(Blas de Otero)

Y mientras crees que no es contigo, ganan. Porque eso querían: desmembrarnos, separarnos, que unos a otros nos señaláramos, no sólo acusándonos, sino desligándonos del destino de aquel a quien alcanzó la muerte hoy. Apátridas nos llaman, pero ellos nos convirtieron en eso, porque ellos nos despojaron de nuestra patria, ellos se la roban a diario. Pero no, no me digan más que ganaremos, que no hemos perdido, porque cuando matan a un niño me lo matan a mí y cuando un abuelo preso se suicida se me muere a mí y cuando matan al señor de la arepera me lo matan a mí y cuando alguien está preso nadie en este país está libre.


Geraldina Méndez




No hay comentarios:

Publicar un comentario